Bienvenidos a Tashirojima, una pequeña comunidad pesquera de unas 100
personas ¡y con muchos más gatos de los que puedes contar!
Conocida también como “La isla de los gatos”, este pequeño poblado, ubicado cerca de la ciudad de Ishinomaki —en la prefectura japonesa de Miyagi—, se ha convertido en un punto de referencia para los amantes de los mininos de todo el mundo. Estos animalitos, que han habitado la isla desde hace siglos, son tantos que sencillamente nadie se ha atrevido a contarlos. Es más fácil con los humanos: de las 100 personas que viven allí permanentemente, el 83 por ciento es mayor de edad y la mitad de sus habitantes superan los 65 años.Y podría decirse que los felinos son sus mascotas por defecto, porque no hay perros en la isla: nuestros amigos caninos tienen prácticamente prohibida la entrada y está mal visto incluso visitar la isla con ellos.Los gatos fueron introducidos en Tashirojima por primera vez con el propósito de controlar a la población de ratones, que se había convertido en una peste para las granjas de gusanos de seda locales.
Conocida también como “La isla de los gatos”, este pequeño poblado, ubicado cerca de la ciudad de Ishinomaki —en la prefectura japonesa de Miyagi—, se ha convertido en un punto de referencia para los amantes de los mininos de todo el mundo. Estos animalitos, que han habitado la isla desde hace siglos, son tantos que sencillamente nadie se ha atrevido a contarlos. Es más fácil con los humanos: de las 100 personas que viven allí permanentemente, el 83 por ciento es mayor de edad y la mitad de sus habitantes superan los 65 años.Y podría decirse que los felinos son sus mascotas por defecto, porque no hay perros en la isla: nuestros amigos caninos tienen prácticamente prohibida la entrada y está mal visto incluso visitar la isla con ellos.Los gatos fueron introducidos en Tashirojima por primera vez con el propósito de controlar a la población de ratones, que se había convertido en una peste para las granjas de gusanos de seda locales.
Cuando esa industria —y los humanos— abandonaron la isla, quienes se
quedaron fueron los gatos.A partir de 1603, durante el periodo Edo —o
Tokugawa, por el shogun que
gobernaba en la época—, se popularizó allí la pesca en red. Los
pescadores llegaban a la isla desde otros lugares y permanecían en
Tashirojima para pasar la noche. Y los gatos, que ya se habían
multiplicado en número, se metían a las posadas para pedirles comida.
Hoy, el poblado se ha convertido en una popular atracción
turística y
subsiste con esfuerzo, como desde hace muchos años, gracias a esa
pequeña industria y la pesca de ostras.Sus habitantes aún creen que los
gatos traen buena fortuna, de forma
similar a lo que sucede con la figura del maneki-neko —o “gato de la
suerte”— japonés.
Otro santuario más. |
Este es uno de los aproximados 10 santuarios que hay en la isla. |
Es bueno saber que hay un lugar en donde aman esto animales, pinso que para los amantes de los gatos como yo esta isla es todo un paraíso *---*. A ustedes no se les antoja visitarla ?
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